RASGOS DE COLEGIOS ADEC
1. Creemos en el protagonismo de las familias
¡Creemos en la familia! Somos conscientes de que la familia es el ámbito natural para la educación y, por lo tanto, los padres son los protagonistas y los primeros responsables de la educación de sus hijos. En este sentido, somos colegios de familias, donde los padres nos confían lo más valioso que tienen y buscan que les ayudemos a educar a quienes más quieren. Por eso dedicamos un gran esfuerzo –tiempo y recursos– a orientarlos en esta tarea insustituible. Queremos que sean los mejores padres para sus hijos y nuestra preocupación es la de ustedes: su familia.
En un mundo globalizado y cambiante, lleno de maravillosas innovaciones tecnológicas, el reto para los padres de familia es mantenerse al día, para poder guiar mejor a sus hijos. Por eso es de vital importancia el apoyo y formación para poder anticiparse a las diferentes circunstancias que enfrentarán los hijos. Las entrevistas de Asesoramiento Educativo Familiar y el programa de formación para padres Building Our Family, son dos herramientas especialmente oportunas para este fin.
2. Sabemos que cada alumno es único
En nuestros colegios consideramos a la persona como el centro del proceso educativo. Cada alumno es un ser único e irrepetible, protagonista de su propia historia, por lo que la educación que ofrecemos se dirige a estimular a cada uno para que vaya perfeccionando la capacidad de dirigir su propia vida.
Este enfoque en la educación personalizada se manifiesta de muchas maneras en nuestros colegios, a modo de ejemplo se pueden destacar los siguientes:
- Se tiene un conocimiento profundo de todos los alumnos. Cada uno se conoce por su nombre, sus amigos, sus aficiones, sus intereses y sus capacidades.
- Se confía en las personas: en el respeto de su libertad y en la exigencia de su propia responsabilidad.
- Los retos cotidianos se asumen con optimismo y mucha alegría.
- Espíritu de iniciativa, flexibilidad y autonomía en profesores y alumnos.
3. Potenciamos la mejor estrella de cada persona
Educar es mucho más que transmitir conocimientos y, más aún, que facilitar unos instrumentos y unas técnicas. Para educar a la persona y lograr la excelencia educativa, es preciso atender a la totalidad del ser humano: la afectividad, la inteligencia, las dimensiones sociales y la espiritual. La educación de todas estas dimensiones se integra en nuestro proyecto educativo buscando el desarrollo armónico de cada uno de los alumnos, logrando así una personalidad equilibrada y mayores posibilidades de ser feliz.
4. Usamos la adquisición de virtudes como método para mejorar
Promovemos en los alumnos su crecimiento en las virtudes, –aquellos hábitos que nos permiten ser mejores personas– y nos ayudan a crecer como ciudadanos libres y responsables. Las virtudes se enseñan principalmente a través del ejemplo. Por eso nos esforzamos en vivirlas, a la vez que intentamos transmitirlas. La libertad y la responsabilidad personal son dos características inseparables de nuestro modelo educativo, y las promovemos en todos los ámbitos.
5. Educamos a través del trabajo bien hecho
Educar es despertar y fomentar en los alumnos la satisfacción por la obra bien hecha, desarrollar su capacidad y sus deseos de trabajar bien. Sólo lo bien hecho educa, porque incide directamente en la mejora personal del alumno.
El trabajo es el medio educativo por excelencia, sin el cual no es posible conseguir la formación de la personalidad, ni el arraigo de los valores humanos; y el colegio es ante todo lugar de trabajo, donde los alumnos han de aprender a hacer rendir su tiempo y esfuerzo. Para lograrlo, es indispensable que los profesores sean facilitadores, que enseñen a trabajar y hagan trabajar con perfección a sus alumnos, a la vez que se esfuerzan por ser ejemplo de trabajo bien hecho.
6. Promovemos la visión cristiana en lo cotidiano
La formación cristiana que se ofrece en nuestros colegios está basada en las enseñanzas de la Iglesia Católica, concretamente siguiendo el espíritu que promovió San Josemaría Escrivá. El objetivo de esta formación es facilitar el desarrollo de la vida cristiana de nuestros alumnos, buscando la unión coherente entre fe, pensamiento y vida, siempre respetando y promoviendo la libertad personal de cada uno.
En nuestros colegios promovemos ese ambiente de libertad y confianza, donde los alumnos pueden vivir con coherencia y naturalidad lo que han aprendido en su familia. Son los padres los principales educadores de la fe; los colegios facilitamos la ayuda para lograr esa importante tarea. Además de habilitar un espacio físico para poder estar con Dios, es necesario que ese sentido cristiano de la vida pueda descubrirse en todas las manifestaciones de la ciencia, la historia, la literatura, el pensamiento, el arte y constituya una fuente segura para conocer y entender la realidad.
7. Impulsamos el servicio y la proyección social
Soñar con un mundo mejor nos ayuda a vernos como miembros de una misma familia y a sentirnos responsables de los otros. Por eso, promovemos una educación en la que mejorar personalmente tiene siempre una dimensión de compromiso con los demás: la familia, el entorno escolar y la sociedad.
Nuestro Proyecto ofrece múltiples ocasiones de ejercitarse en las virtudes sociales y recibir la recompensa de la satisfacción por haber hecho algo bueno, útil y valioso por otros. Nuestros alumnos realizan como parte del currículo, actividades de acción y servicio social durante un número mínimo de horas en cada curso.
8. Aplicamos innovación y excelencia pedagógica
Contamos con la experiencia, la ilusión y la dedicación de todos los profesores y profesoras que trabajan en nuestras instituciones. Con mucho optimismo y compromiso personal consiguen que cada alumno quiera luchar por su propia mejora, para que sean personas de bien y muy felices.
Consideramos prioritaria la formación del profesorado para la mejora de la calidad de la enseñanza. Mejorar y aprender a enseñar debe ser un proceso continuo a lo largo de toda la carrera docente. Por esta razón, cada uno de nuestros profesores cuenta con un plan de mejora y un programa de capacitación y actualización constante, plasmado en Jornadas Pedagógicas, que les permite adquirir nuevas competencias personales y profesionales.
9. Tenemos un equipo profesional, actualizado, confiable y optimista
Además de las realidades culturales, naturales, sociales y técnicas de cada materia, nos centramos en la adquisición de competencias que permiten a nuestros alumnos crecer intelectual y profesionalmente. Todo aprendizaje tiene como objetivo la adquisición de conocimiento, el desarrollo de habilidades y la adquisición de hábitos de trabajo.
Nuestras metodologías de aprendizaje incorporan las aportaciones más recientes de la psicología, pedagogía y neurología al mundo de la educación. Todo nuestro curriculum académico está acreditado internacionalmente por la Organización Bachillerato Internacional (Suiza), la Universidad de Cambridge (Inglaterra) y por Fomento de Centros de Enseñanza (España).
10. Fomentamos un clima de confianza y respeto al mismo tiempo
El compromiso entre padres, profesores y alumnos se basa en la confianza. La autoridad se fundamenta en la unidad de criterios educativos entre padres y profesores, dentro de un ambiente de respeto mutuo.
La relación entre familias, profesorado, personal no docente y alumnos es cordial, de diálogo, de respeto, confianza y agradecimiento. Procuramos que cada persona se sienta valorada y querida, en un ambiente familiar de confianza y exigencia. Este ambiente favorece el respeto, la tolerancia, la no discriminación, evitando así la aparición de la violencia como forma de solucionar conflictos.