CELEBRACIÓN DE NUESTRO 40 ANIVERSARIO
Soñad y os quedareís cortos
En una cálida velada, el pasado 7 de marzo celebramos el 40 aniversario de nuestros colegios: Iribó School, Yorkín School y Olmos Preschool. Sin duda, un momento muy especial para todos los asistentes, donde el sentimiento de gratitud fue el común denominador de la noche. Agradecimiento primero a Dios porque nuestros colegios se fundaron por Su querer, a san Josemaría por impulsar a las familias a fundar este tipo de colegios donde se velara por la excelencia académica, humana y espiritual de sus hijos; también a los fundadores…, quienes cuando no había nada, pudieron visualizar todo el bien que se haría y se entregaron sin reserva a sacar adelante este maravilloso proyecto educativo. Finalmente, a todas las familias, exalumnos y colaboradores de ADEC que han hecho posible el sueño de sacar adelante nuestros colegios y que gocen del prestigio que han alcanzado en la actualidad.
La celebración comenzó con una Misa de Acción de Gracias presidida por el Vicario Regional del Opus Dei, don Carlos Young Sarmiento quien resaltó tres aspectos de nuestro proyecto educativo que tienen su raíz en el Evangelio: Aprender a hacer el bien, perseverar en el buen camino y aprender a servir. Contamos con la participación de cientos de familias que con devoción y piedad vivieron la Santa Misa, acompañada por el coro de niñas de Iribó School.
Luego pasamos al Acto Conmemorativo realizado en el Teatro Nacional, un escenario inmejorable para esta gran celebración. Durante el acto escuchamos testimonios de miembros de la Junta Directiva, fundadores, exalumnos, familias y profesores; cada uno nos fue contando una historia emotiva que permitió a los asistentes viajar en el tiempo y conocer con mayor profundidad la identidad de nuestros colegios.
Como Acto Cultural, contamos con la maravillosa participación de la Orquesta de Costa Rica que nos deleitó con sus piezas musicales al son de videos que iban contando la historia de ADEC desde su fundación hasta el día de hoy. Definitivamente, este fue un momento muy entrañable de la noche.
Finalmente, como una gran familia disfrutamos de un vino de honor que permitió un convivio muy alegre entre todos los asistentes, cerrando la velada con broche de oro.
Hoy 40 años después seguimos trabajando arduamente para transformar la forma de educar y de aprender, porque los retos son grandes, y seguimos soñando…, soñamos con llegar a más familias que se sigan beneficiando de una formación académica, humana y espiritual de primer nivel e incidan positivamente en todos los ambientes de nuestra sociedad.