Un estímulo para que la alumna formule su proyecto personal de vida y sea capaz de realizarlo
¿Le gustaría que sus hijas se planteen metas altas y sean capaces de lograrlas?
En nuestro Proyecto Educativo de educación personalizada cada alumna es única, irrepetible y protagonista de su propia historia, por lo que parte importantísima de nuestra tarea ordinaria radica en estimularla para que sea capaz dirigir su propia vida con acierto. Queremos que luche por ser la mejor versión de si misma con la ayuda de sus profesoras y sus padres, respetando su libertad personal.
Para ello, cada alumna tiene un Plan Personal de Mejora (PPM) que busca año con año su crecimiento personal estableciendo unas metas concretas y unos medios para lograrlas. Nuestro punto de partida es siempre “las fortalezas de la alumna” desde las cuales vamos trabajando en sus oportunidades de mejora. En este plan, se fijan con claridad unos pocos puntos de lucha que sean asequibles y exijan esfuerzo y que permitirán en el transcurso del tiempo el desarrollo de una personalidad madura.
Para llevar a cabo el PPM, cada alumna contará con la ayuda de una asesora quien para realizar esta labor, debe conocer bien las cualidades y limitaciones de la alumna, su carácter, virtudes y defectos, el ambiente familiar en el que se desenvuelve, los amigos que la acompañan, su actitud y aprovechamiento de las clases, tiempo y técnicas de estudio que emplea y otras circunstancias de interés, que puede obtener a través de su propia observación, del trato personal con la alumna y con sus padres y de las demás profesoras. Es importante que la asesora en su labor de orientación logre una relación confiada con la alumna en la que se sienta comprendida y pueda depositar su confianza para poder ayudarla.
Las asesoras, además de su formación profesional reciben una capacitación constante que les permite conocer las características propias de la edad de sus asesoradas y la forma en que pueden apoyarlas y estimularlas para que luchen por lograr la mejor versión de si mismas.
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Como parte del apoyo que brinda la asesora podemos resaltar:
- Es colaboradora de los padres, a quienes corresponde el derecho irrenunciable de la educación de sus hijos.
- Es el nexo entre la familia y el colegio, que trabajan en equipo para estimular a la alumna por mejorar.
- Promueve la formación de los padres que, les ayude a su vez, a formar a sus hijas. Para ello les recomienda lecturas y charlas de nuestro programa de formación para padres Building Our Family.
- Desarrolla con cada alumna su Plan Personal de Mejora, en estrecha relación con sus padres.
El Plan Personal de Mejora se concreta en una conversación formal, breve y frecuente, al menos 1 vez al mes, a la que llamamos asesoría y que permite ayudar a cada una de las alumnas a mantener el esfuerzo por mejorar. Adicionalmente a las asesorías, la convivencia diaria en el colegio ofrece muchas oportunidades para mantener una breve conversación en un pasillo, al final de una clase, en un momento de descanso, en el comedor. Estos contactos esporádicos breves, cuando apoyan la entrevista formal, tienen un gran valor para estimular y animar a la alumna a mejorar y para demostrarles que se les quiere y que nos interesa su vida.
Podemos definir la asesoría con las alumnas como:
- Un diálogo confiado sobre su vida personal: qué piensan, qué sienten, qué hacen.
- Que ayuda a conocerse, a través de la reflexión a la que lleva ese diálogo.
- Ayuda a plantearse objetivos personales de mejora, con sentido positivo.
- Permite a la alumna crecer como persona al trabajar todas sus dimensiones: física, afectiva, intelectual, espiritual y volitiva.
El modo de ayudar a cada alumna a poner esfuerzo para alcanzar los objetivos que le convengan dependerá de su edad y madurez. A las más pequeñas, puede ayudarles el concretar detalladamente una meta y el modo de lograrla; en el caso de las alumnas mayores, será mejor dejar que sean ellas las que concreten esos aspectos, con iniciativa personal. En cada ocasión se señalarán uno o dos detalles que convenga cuidar especialmente (p. ej., orden en el closet personal en casa y en el pupitre del colegio); o un defecto que se deba desarraigar (p. ej., evitar excusarse al recibir una llamada de atención por parte de un adulto).
El resultado de este esfuerzo formativo en nuestras alumnas les permitirá:
- Conocerse a si mismas: sus fortalezas y sus puntos de lucha.
- Crecer de forma integral y equilibrada.
- Dominar sus propios actos, autogobernarse.
- Confiar en si mismas.
- Desarrollar con libertad sus propias capacidades, su mejor versión.
- Despertar el deseo de hacer el bien.
- Vivir con fortaleza los compromisos que han adquirido libremente.
- Tener una autoestima sana.
Sin lugar a dudas, la asesoría es el corazón de nuestro Proyecto Educativo y gracias a este recurso podemos hacer vida la misión del colegio de colaborar con los padres de familia en la educación integral de sus hijas para que puedan ser felices y transformar positivamente la sociedad.
Karla Guillén Picado
Máster en Asesoramiento Educativo y Familiar
Directora General
Iribó School
Bibliografía
Alcazar, J.A.(2007) Hijos, tutores y padres. Madrid: Ediciones Palabras, S.A.